Otoño: Power fishing en río (II)

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Texto y fotos: Javier Zarza Caballero.

El otoño es esa época de transición del cálido verano, que manteniendo a los basses en lugares profundos y frescos, que reduce su actividad a horas muy puntuales del día, al frio del invierno en el que el bass hiberna y para su actividad casi por completo, por lo que ralentiza su metabolismo para optimizar sus reservas de energía. Por todo esto, durante el otoño, el bass tiene que comer todo lo posible, transformando esta comida en reservas de grasa.

Su alimentación consta principalmente de cangrejo y peces, siendo los primeros los más beneficiosos para ellos, ya que el aporte de grasa es mayor y el desgaste a la hora de cazarlos es menor. Gracias a esta necesidad por alimentarse, es un gran momento para su pesca. Empezaremos con jornadas con muchas capturas y a medida que el frío se haga presente, primará la calidad sobre la cantidad. Se trata de uno de los dos momentos del año, idóneos para hacernos con ese ansiado pez récord. Nunca es sencillo sacar un gran bass, pero ahora jugamos con algo de ventaja, que debemos aprovechar. Podemos dividir el otoño en tres momentos, en los que el comportamiento del bass va cambiando, a menudo que se van suavizando las temperaturas y se aproxima el invierno. Estos momentos no tienen fechas fijas en el calendario, ya que la climatología no es igual todos los años, al igual que no es igual en cada uno de los ríos donde habita este pez en nuestro país.

Primer momento del otoño
Es en el que aun está presente el calor del verano, en el que la actividad del pez se reduce al amanecer y a la caída del sol, aunque esto no quiere decir que durante el resto del día no podamos conseguir capturas. Buscándolos en las zonas indicadas, podremos obtener capturas en cualquier momento. A primera y última hora del día, será cuando salgan en busca de alimento jugando a nuestro favor el cambio de luces, que harán que el pez se muestre más confiado. Podemos dar con ellos en los bordes de las estructuras, zonas que sean propicias para tender emboscada a los peces que pasen, o cazar cangrejos que salgan a alimentarse.

Es un buen momento para la pesca en superficie. En las horas centrales del día deberemos buscarlos en zonas donde encuentren una temperatura agradable. Los ríos no suelen contar con zonas profundas, por lo que buscan sombras que puedan proyectar los arboles pegados a fondos con fango, entre espadañas o en zonas con corriente.

En las primeras zonas citadas podemos obtener buenos resultados metiendo flipping jigs entre espadañas y coberturas, que se encuentren a la sombra, y si encima coincide que son las zonas más profundas, mejor. En las zonas con corrientes se obtienen buenos resultados paseando spinnerbaits o chatterbaits por ellas. Es muy común que estas zonas estén llenas de pequeños peces pasto, de los que los basses dan buena cuenta. Uno de estos señuelos pasa por estas presas a la perfección.

Segundo momento otoñal
Este momento llega cuando las temperaturas pasan a ser más suaves y el agua pierde algunos grados, y anima al bass a mantener una buena actividad durante todo el día. Es el momento que aprovechan para ganar una buena capa de grasa los basses de prácticamente todos los tamaños, por lo que usar señuelos de más volumen de lo normal, nos va a ayudar a ser selectivos con las capturas. Si usamos señuelos pequeños en alguna ocasión que un buen bass tiene intención de atacarlo, se le adelanta uno pequeño y perdemos la oportunidad de hacernos con el bass que nos alegre la jornada. Las spinnerbaits, chatterbaits y swiming jigs nos darán capturas durante todo el día, que se ubicarán en los bordes de las estructuras o no muy dentro de ellas, buscando alimento. También es el momento perfecto para disfrutar de la pesca en superficie con hollow baits por encima de algas, nenúfares y demás plantas acuáticas. Un buen indicador de que es buen momento para usar este tipo de señuelos, es si vemos ataques a las libélulas. Para pescar fuera de estas estructuras en superficie, un jerkbait de vinilo sin plomar puede ser más atractivo. Estos jerkbaits son ideales para pescar árboles sumergidos y entre espadañas no muy concentradas.

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Tercero y último
Esta última fase del otoño llega cuando el frío del invierno hace acto de presencia, enfriando notablemente el agua, por lo que la actividad de los peces baja. Los más pequeños cesan su actividad, pero los grandes ejemplares necesitan un buen aporte de alimento, por lo que tienen que aprovechar para comer todo lo posible antes de que los cangrejos se metan en sus cuevas a hibernar, y el agua llegue a su temperatura mínima. Es un buen momento para usar señuelos de gran volumen, ya que el pez le encontrará más sentido a moverse, para atrapar una presa de buen tamaño que le aporte bastantes calorías, a moverse más veces a por presas de menor valor energético.

La actividad se hará más notable en las horas centrales del día, cuando el sol esté en su punto más alto, buscándolos en la zonas donde el sol caliente más. Si contamos con zonas de piedra y/o madera oscura, es un buen lugar. Un swimming jig con un swimbait de vinilo de buen tamaño de tráiler, puede darnos resultados en este tipo de zonas. En las hora en las el sol está subiendo o en las que está bajando, pescar las zonas donde esté más calienta a lo largo del día, es la mejor idea. Con un flipping jig con un tráiler de cangrejo voluminoso, metiéndolo bien dentro de las coberturas, puede marcar la diferencia en estos momentos del día. En este momento del otoño tenemos la última oportunidad de hacernos con grandes peces, antes de la llegada del duro invierno, en el que podremos conseguir capturas, pero la baja actividad de los peces nos lo pone mucho más difícil.

Fuente original: Federpesca

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