Aquí os presentamos a Tote, Un gran amigo, de los pocos que se pueden decir que se pueden contar con los dedos de las manos. Almeriense, informático de profesión y programador en la ciudad del estrés (Madrid). Cómo podemos apreciar, le van las emociones fuertes.
Tras hablar en repetidas ocasiones por ´móvil y ponerle los dientes largos, se decidió a pasar unas vacaciones por Extremadura y poder probar el tan famoso Carpfishing. Él tenía curiosidad de poder tener la oportunidad de ver con sus propios ojos carpas de dos cifras, y como ya sabéis, yo no me negué en absoluto. Según llegó, una cervecita bien fresquita y a llenar el coche de cacharos y rumbo a la orilla del río a pasar un par de días junto con Francisco y su mujer.
Empieza la larga espera
Tras llegar al río y elegir el puesto perfecto para poder pasar una sesión cómodos, empezamos a descargar cacharros y a empezar a montar el viwy, las camas, sillas, mesas, sombrillas, montajes, selección de las posturas… para pasar la noche lo más amenamente posible.
Una vez terminado de colocar todo y con las cañas ya en el agua, nos decidimos a empezar a pasar a la buena vida. Cenita, cervezas y de relax. Empezaron a pasar las horas, pero ni señales de actividad en el río. ¡Era un silencio total!
Ya con las 04:15 de la madrugada, cebé con bolas con el cobra por encima de las posturas y a dormir. Sobre todo por Tote, ya que tenía unos cuantos kilómetros encima ese día.
El micro infarto a Tote
No pasó ni una hora, cuando una de las alarmas se volvió loca despertándome y haciendome pegar un brinco hacia el trípode y dando un pequeño micro infarto a Tote dejándole confundido ya que no sabía que estaba pasando. (Era su primera experiencia con una picada por la noche)
Tras una larga pelea, ¡Foto, cura y al agua de nuevo!
Tuvimos éxito probando los nuevos cebos de Mivardi especialmente los pop ups de piña N/A recubiertos con su letal pasta. Un cebo nuevo por España que creo que dará mucho de qué hablar.
Recordar, siempre, captura y suelta.