Recetario de moscas de un veterano mosquero

Texto: Manuel J. Caneda Montiel.
Fotos: Rubén Caneda y autor.

No nos van a resolver todas las situaciones complicadas para pescar sobre cebas en las tablas, pero nos van a echar una manita. En una tabla sobre cebas me planteo tres opciones: imitaciones de efémeras y sus emergencias, los dípteros y sus emergencias por supuesto, y como no las invisibles hormigas. Pero en esta ocasión el asunto va a ir por la imitación que capitaliza mayor número de jornadas e interés por parte de las truchas durante toda la temporada, las efémeras y sus emergencias, ya sabemos que tanto dípteros como las hormigas aparecen puntualmente en momentos muy determinados, en menor medida los dípteros que están disponibles todo el año y en cualquier tipo de aguas, pero no obstante su uso queda restringido a períodos muy concretos de la jornada de pesca, pero las efémeras están ahí disponibles todos los días del año y durante el mayor número de horas.

Al tajo. Aunque en escena entran otras muchas opciones que no son más que variables sobre el mismo patrón, quiero al menos partir de un pequeño grupo que como iremos viendo se irán convirtiendo en otros subgrupos. En mi chaleco llevo muchas moscas, tal vez demasiadas, y lo mejor de todo es que acabo atándolas todas cada temporada, si es cierto que a lo largo de mi temporada de casi 160 jornadas de pesca hay tiempo para todo, incluso para perder algún día probando montajes raros que no pasan del día de prueba, ya que durante esos días de prueba lo que experimento son diferentes tamaños sobre el mismo patrón, y al llegar a casa saco la libreta de notas y tomo nota de mis neuras mosqueriles.

A lo largo de los años me he dado cuenta que esas notas suelen coincidentes, tal vez el denominador común de todas ellas sea el tamaño y el perfil de la imitación, nunca el color, aunque importante sin los dos parámetros anteriores nada funciona. En este recetario de moscas para pescar la eclosión está enfocado como no para la pesca en tablas, esos lugares donde muchos mosqueros se los saltan o directamente dan marcha atrás. Lógicamente hay otras moscas para pescar en superficie pero al agua, una pesca más agradecida y dinámica, pero donde los pequeños detalles se diluyen entre las aguas porque todo pasa por desencadenar el instinto territorial del pez.

Efémeras y sus emergencias
Son el pan nuestro de cada día en una tabla, sin ellas no hay fiesta. Aparecen poco a poco, y hay tablas donde las truchas se pasan todo el día dando la cara con cebas aisladas, una aquí… otra allá. Son momentos que no recomiendo entrar, porque los peces no están centrados, toman insecto de forma oportunista, es muy complicado centrar a un pez en postura, pues suelen ser momentos en los que hacen un pequeño recorrido buscando alimento.

Pero llegado el momento de la eclosión tal y como conocemos, las efémeras emergiendo, para dar paso a los subimagos derivando y más tarde para rematar con los imagos a última hora de la tarde, todo ello constituye una fiesta con diferentes partes, donde los invitados se sirven de diferentes formas. Hay días que se lo comen todo (los menos y cada día más escasos), en otros seleccionan hasta la desesperación nuestra mosca, y hay otro tipo de días que el 50% es el porcentaje perfecto para todos, sobre todo para el penitente que tratar de entender por qué una trucha ha pasado de su mosca y otra a veinte centímetros por detrás se la comen hasta el eje ¿es la tonta? Tal vez.

Mis moscas de cabecera
En mi caja hay imitaciones del conocido “Carne” de diferentes tintadas de sedas, Olivas no menos de nueve tipos, Amarillentos de diferentes matices, desde pajizos, pasando por dorados y acabando la saga por el catálogo de rubiones. Se podría decir que mi mosca de cabecera en las tablas para pescar todo el día son las Olivas en diferentes tamaños y variando el tono en función del momento de la temporada. La proporción de Olivas en mi caja con respecto al resto de patrones es de 8 a 2, y con las emergencias ocurre más de lo mismo, aunque con éstas últimas tengo un repertorio más amplio, tal vez porque en el momento que aparece la selectividad es también más complicada de entender, y sobre todo de ver.

Efémeras que funcionan, así son
Mis efémeras son muy simples y fáciles de montar, un cuerpo hecho en dubbing o simplemente una hebra de seda brincando el cuerpo para sujetarlo, en el caso de estar hecho con cualquier tipo de dubbing la brinca es opcional, en mis montajes en esta variable casi nunca llevan brinca. Como alas un penacho más o menos bien colocado en comparadun de cul de canard y sin cercos en casi todas mis imitaciones, todo ello montado sobre anzuelos del 20-22 y 24, muy pocos del número 18 que casi nunca ato, pero los llevo por si las “moscas”. Y con las emergentes más de lo mismo en la receta, pero lógicamente con la variable de los restos de exhuvia.

Hablando de tamaños…
Una anécdota de este año que quiero compartir con todos vosotros. Con lo único que me taladro el cerebro es con el tamaño de las efémeras que ato en el terminal de mi bajo de línea, y este año (como casi todos los años) aparece en escena una mosca que llevaba años en mi caja sin salir a torear las bravas pintonas del Esla, montada en su momento por mero capricho porque era y es un clásico, y resulta que un día de julepazo histórico en el padre Esla la atas a la desesperada y haces una pescata de tres pares, al día siguiente misma tabla misma situación y nada de nada.

Hay moscas como ya lo comenté en esta misma revista de un solo día, y ésta es una de esas mosca, no es otra la Tup´s Indispensable montada en un anzuelo del 24, tuneado su hackle con un mechón de cul de canard en gris humo ¿casualité? Tal vez, pero me quedé con la copla y como lo de darle vueltas al coco es lo mío, días más tarde tuve oportunidad de probarla en el Porma y en el Órbigo en jornadas de pesca de cierta selectividad, y estuvo también a la altura.

En la libreta de notas de aquellos días de cierto éxito con la foránea Tup´s anoté: tal vez esta mosca haya tenido éxito sobre otros montajes clásicos que suelo utilizar, porque nadie la usa, no sé…, quiero pensar esto porque no tengo otra respuesta más concluyente salvo que haya sido determinante su pequeño tamaño al margen de su particular por no llamarlo exclusivo montaje. Y terminé a modo de corolario: en cualquier caso hay que llevar estos “engendros” para pescar aun en estas latitudes donde su éxito puede ser flor de un día, pero hay que llevarlas.

Mosquititis versus dubbing sintéticos
Olvídate de las marcas, haz tu propia colección, sé práctico, pregunta y luego monta tus moscas, ya sean olivas, de tonos pajizos o los diferentes matices de “carnes”, seguro que funcionan todos. En las tiendas especializadas hay dubbing sintéticos de todo tipo con una carta de colores para flipar y nunca mejor dicho en colores; verdes a mogollón, carnes, rojizos etcétera. Todo pasa por probar y probar y probar, y si te dan el trabajo hecho mejor, pero mejor aún es desarrollarlos tus propios montajes y adaptarlos a tus zonas de pesca, eso se llama crecer y desde luego es una tarea cuanto menos satisfactoria.

Marcas de referencia
Vamos a tocar tres marcas de referencia aunque hay otras muchas, no obstante quiero aclarar que no tengo ningún tipo de interés ni me llevo ni un solo euro de comisión por nombrarlas, simplemente me ha demostrado que son buenas marcas y los resultados han sido satisfactorios desde hace casi dos décadas en algunas de ellas. Por lo tanto voy a hablar de tres marcas que son las que utilizo básicamente, tengo otras muchas bolsas de dubbing de otras marcas pero que por diferentes cuestiones para el montaje de efémeras livianas no me han ido bien. No obstante hay otras marcas disponibles en el mercado actual que no he probado porque mi casa no es una tienda y no hay sitio para todo, pero montadores que son amigos míos me han comentado que van muy bien, pero que personalmente no puedo hablar de ellas porque no las conozco.

Tal vez uno de los mejores dubbing que hay para montar efémeras por los tonos disponibles en su carta de colores y por la resistencia que tiene es la marca Fly Rite, Inc. Sus largas fibras lo hacen perfecto a la hora de sintetizar un montaje y para definir el volumen del cuerpo, personalmente es uno de los mejores por su transparencia entre otras cualidades. Dentro de su amplia carta de 46 colores destacaría dos tonos de referencia: el número 20 Dark Tan y el incombustible e irrepetible número 34 Quill Gordon / Brown Drake Yellow.

Tampoco le va a la zaga el famoso y ya mítico cubo de dubbing Masterclass SLF, el único “pero” es la poca resistencia que tiene, hay que brincarlo si queremos que no desaparezca entre los dientes de las truchas a la segunda de cambio, aun así es perfecto porque su transparencia en el montaje lo hace diferente al resto. Dispone de 30 tonos para concretar cualquier tipo de montaje, además es perfecto para montar sobre anzuelos del número 24

Otra marca recomendable para esto de montar pequeñas y ligeras efémeras es Wapsi Fly, Inc y dentro de su carta de colores destaca con luz propia el archí conocido Hexagenia, que vale tanto para montar cuerpos y no digamos todo el repertorio de restos de exhuvias de cuantas especies queramos imitar, pero sobre todo cuerpos de olivas, segmentado con una ligera brinca es perfecto. En su carta de colores hay 28 tonos, anda que no tenemos opciones de montar cualquier imitación que se nos pase por el coco.

Mosquititis versus sedas míticas
O la madre de todas las obsesiones de los mosqueros. Quién no tiene en la cabeza muchos de los míticos de Gütermann… Algunos ya no existen desde hace décadas, no por ello hemos dejado de pescar en superficie con otros que los has sustituido dignamente, pero como en la vida nos gusta darle muchas vueltas a todo, y cuando en romanticismo entra en escena entonces es mejor parar.
En la Internet podemos encontrar muchas cartas de colores donde se muestran las distintas equivalencias entre unas marcas de sedas y otras, estoy seguro que detrás de estas tablas de equivalencia hay demasiadas horas de trabajo que altruistamente muchos mosqueros nos han dejado ahí para no volvernos locos.

Quien suscribe por edad tiene los míticos, al menos los que de verdad me interesan para montar pequeños montajes de efémera, pero de un tiempo a esta parte esos montajes ya no están confeccionados con los míticos, los he cambiado por algunos de los dubbing que ya he comentado en este artículo. Y lo he hecho simplemente por resultados (como los que se han pasado al “lado oscuro” de la pesca con perdigones en detrimento de la mosca seca…) y sobre todo porque en el proceso de montaje van mucho mejor, así que estoy en la idea que quien se agarran al pasado se equivoca porque hay otras opciones a valorar.
Pero no voy a ser yo quien eche por tierra la eficacia de las sedas míticas, precisamente yo, que he sido durante muchos años uno de sus defensores, incluso me han caído demasiados palo en los foros de Internet (hace años) porque en las fichas de montaje de esta revista ponía aquello cuerpo: 431, 273… En fin. No obstante los míticos siguen están presentes en mis cajas, aunque hace tiempo ya les buscado sustitutos, pero a veces echo mano de ellos como quien se agarra a un clavo ardiendo, pero es más la obsesión que la eficacia en sí misma.

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Fuente original: Federpesca

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