¿Basses con frío, ¿dónde están?

Localización de los basses con frío

Blases con frío

Con el frío los peces se localizan más que nunca en posturas muy concretas. Para poder pescar basses con frío con técnicas de medias aguas deberemos esperar a momentos muy concretos y tenerlos muy bien controlados sus ritmos diarios, ya que será solo en esos momentos de desplazamientos laterales (los menos habituales en invierno) cuando podremos tentarlos.

Basses suspendidos

Estas zonas son buenas para peces suspendidos y suelen ser las más próximas a las zonas de descanso y acecho que anteriormente citábamos. El pez en verano se suspende para descansar o perseguir bancos de comida, pero si hablamos de pescar basses con frío, por el contrario, el pez se suspende para relajarse o salir de paseo. Digamos que se tienen que dar las condiciones excepcionales para que el pez se sienta cómodo y tranquilo, cosa que en invierno y con frío es muy difícil ya que esta temperatura les obliga constantemente a comer para mantener sus ritmos, y esto no les deja mucho rato de esparcimiento.

Dicho esto los buscaremos en zonas entre dos estructuras principales o en zonas de playas profundas muy cercanas. Con frío es difícil obtener varias picadas seguidas en un corto plazo de tiempo y en una zona común, la única manera en la que las obtendremos es cuando se encuentran relajados suspendidos, y el ataque de uno a nuestro señuelo les incita a los demás a comer y pueden llegar a volverse locos.

Para estos cortos momentos utilizaremos los equipos clásicos de jerkbaits y cranks, solo que esta vez sí que tenemos que tener presente que aun habría que pescar más lento. Eliminaremos de nuestra ecuación los carretes rápidos para jerks sustituyéndolos por carretes de ratio medio.


Blases 2

Pesca de fondo

Sin duda la más utilizada y efectiva en esta época. Podemos llegar a sacarle provecho durante toda una jornada si damos con la tecla justa en peso, color y volumen, pero no es lo normal. Esta si cabe será la que más concentración requiera ya que en esta época las picadas pueden llegar a ser realmente sutiles hasta el punto de ser casi imperceptibles. No quita que lleguemos a recibir grandes y violentas sacudidas a nuestro señuelo, cosa que pone la piel de gallina y produce gran satisfacción. Como curiosidad decir que estas sacudidas se suelen producir porque el pez se cree realmente el engaño y cree fielmente que es un cangrejo. Intentando matarlo antes de engullirlo, de ahí esas sacudidas que normalmente hacen soltando el señuelo antes de cogerlo de segundas para terminar de comerlo.

Hay que estar atentos y no precipitarnos a la hora de clavar. Como conclusión, a sacudida fuerte, hay que dejarlo comer y si son leves toquecitos o retención, hay que clavarlo sin contemplaciones.

Mi infatigable compañero siempre dice: “tú dispara, luego ya preguntaremos si amigo o enemigo”.

Estos señuelos realmente no requieren de un manejo muy específico, al contrario de lo que piensa la gran mayoría de los pescadores. El único truco o característica fundamental es la de la verticalidad (así lo llamo yo). Es la regla por la cual el señuelo debe posarse sobre el fondo, en el punto correspondiente a la línea más vertical posible, con respecto al sitio exacto donde el señuelo rompió la superficie. En definitiva: lanzamos nuestro señuelo y lo dejamos caer intentando incidir lo más mínimo en su caída. Sin prisa recogemos la línea sobrante hasta llegar a contactar con nuestro señuelo y después lo único realmente indispensable es la paciencia. Cada uno aplicaremos nuestro toque personal, unos le damos golpecitos secos o movimientos de arrastre. Esto nos hará aprender cada vez más. Diferente será si montamos nuestra cabeza de plomo con un vinilo imitación de pez. En este caso haremos lo mismo hasta el momento justo de su recuperación, donde deberemos realizarlo de manera regular y lo más lineal posible.

Fuente

Federpesca

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